Iniciamos con una sola camada, y poco a poco, a medida que las personas comenzaron a conocer nuestro compromiso y dedicación, la demanda de ayuda creció. Nos enfocamos especialmente en casos de gatitos bebés sin madre, mamás gestantes y lactantes que requieren un entorno seguro para recuperarse y sacar adelante a sus crías. La casa cuna no es solo un espacio físico, sino un entorno de amor, cuidados veterinarios, alimentación adecuada y, sobre todo, dignidad para cada uno de los animales que pasan por nuestras manos.

Actualmente, tenemos bajo nuestro cuidado a 61 gatitos, lo que representa un esfuerzo inmenso que implica tiempo, recursos y, por supuesto, mucho corazón. Cada uno de ellos es atendido con responsabilidad y respeto, procurando que puedan ser entregados en adopción cuando estén listos, completamente sanos y sociabilizados.

Nuestro objetivo es claro: salvar vidas. Pero más allá de eso, buscamos crear conciencia sobre la importancia de la esterilización, el rescate responsable y el trato ético hacia los animales. Sabemos que no podemos cambiar el mundo entero, pero sí podemos cambiar el mundo de cada gatito que rescatamos.